Historia de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile







Origen

El origen de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile se encuentra en la tradición doctrinal de la Iglesia Metodista del siglo XVIII y la necesidad de sus fundadores de experimentar la presencia del Espíritu Santo de Dios en el corazón de cada uno de ellos, tal como lo relata el Libro de los Hechos con los primeros discípulos de Jesús durante la fiesta de Pentecostés, en Jerusalén, poco después de su ascensión.

Ya casi finalizado el siglo XIX y a principios del sigo XX, comenzó a gestarse dentro de algunas iglesias, un movimiento de renovación espiritual. Esto que con el tiempo fue creciendo, pasó a convertirse en un verdadero avivamiento, el cual tuvo lugar dentro de las Iglesias tradicionales, también llamadas históricas, en las cuales Dios usó a hombres escogidos para llevar adelante este propósito.

Este fervor y deseo de los hermanos que con el tiempo fue acrecentándose, fue el comienzo de la bendición que más tarde, a partir de 1905, tomó cauce en una forma arrolladora en distintas partes del mundo, expresándose en un Avivamiento nunca antes visto en esas Iglesias.

Fundación
En 1889, proveniente desde Chicago, Estados Unidos, llega a nuestro país el Reverendo Willis Collins Hoover Kurk y su esposa Anne a la ciudad de Iquique, para enseñar en el Colegio Inglés, dependiente de la Iglesia Metodista Episcopal. Sólo once años antes había llegado a Chile esta denominación de origen norteamericana, bajo la dirección del Obispo Bristol, con la misión de difundir su doctrina en varias regiones creando en poco tiempo establecimientos educacionales y construyendo templos en Santiago y ciudades de provincia.

Establecido en Iquique, Mr. Hoover formó algunas iglesias llegando a ser Pastor en la obra de habla hispana establecida allí hasta 1902. Ese año, recibió la orden de trasladarse a Valparaíso para asumir la dirección de la Iglesia en el puerto, lo que se hizo efectivo el 13 de febrero.

El Pastor Hoover inició en el templo de la calle Olivares, en Valparaíso, una intensa búsqueda de renovación espiritual a través de la oración y el estudio de la Palabra. Poco a poco empezó a gestarse una profunda comunión con Dios, y un hambre y sed de justicia pocas veces visto. La congregación empezó a crecer y se estableció en el seno de esa Iglesia un ambiente de mucha espiritualidad. Junto a eso, llegó a manos del pastor Hoover, un folleto que hablaba de los sucesos extraordinarios ocurridos en un hogar de niñas huérfanas que dirigía la misionera Pandita Ramabay en la India. Se decía allí que habían sido bautizadas en el Espíritu Santo, el cual se había manifestado entre ellas con gran poder y gloria. El interés que se despertó en la vida espiritual del Pastor Hoover a raíz de la lectura fue que, deseó vivir y conocer en carne propia aquella maravillosa experiencia. Esperanzados de vivir este Fuego del Espíritu Santo, comenzaron a orar todos los días manifestándose extraordinarios dones, idiomas extraños, llantos, risas, cantos, sueños, visiones, sanidades, y por sobre todo, arrepentimiento, confesión de pecados y plena entrega a la voluntad de Dios. Los que tenían esta experiencia se sentían felices y generalmente fueron cambiados en su forma de vivir. Este despertar espiritual en la Iglesia Metodista de Valparaíso, sufrió la resistencia de parte de los demás pastores metodistas, como también del Obispo Bristol, y del Superintendente Rice, encargado de la obra en Chile. No obstante, la Iglesia allí crecía de una manera espectacular, llegando la asistencia los días domingos, a unas 1500 personas e iban testimoniando por doquier esta nueva experiencia del Santo Evangelio. En tanto, estos acontecimientos, eran seguidos muy de cerca por los hermanos de la 1° y 2° Iglesias Metodistas Episcopales de Santiago.

Los hermanos que venían desde el puerto les contaban las maravillas que el Señor estaba haciendo con ellos, por lo que también, un grupo de hermanos de ambas Iglesias en Santiago, estaban orando para que Dios se manifestara en sus vidas. Las diferencias, entre los hermanos que deseaban recibir el Espíritu Santo de Dios en sus vidas, con sus pastores de la Iglesia Metodista Episcopal, que las rechazaban, derivaron en el nacimiento de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile el domingo 12 de septiembre de 1909.

En Santiago, el primer grupo lo encabezó el pastor Carlos Leighton con la colaboración de los hermanos Manuel Umaña, Guillermo Toro y Eustaquio Cerda. Y el segundo grupo de hermanos los guió el pastor Metodista Víctor Pavez en la calle Nataniel. En tanto, la Iglesia de Valparaíso tardó un poco más en constituirse, pues tuvo que esperar los acuerdos de la Conferencia Metodista de 1910. Las presiones de todos los pastores metodistas para que el Pastor Hoover se retractara y diera por tierra con el movimiento pentecostal, hicieron que finalmente Mr. Hoover renunciara a la Iglesia Metodista el 13 de abril de 1910.

Cuando se conoce esta decisión, los hermanos de Valparaíso y Santiago le instaron al Pastor Hoover que ejerciera la Superintendencia General avalado por su vasta experiencia, cargo que ocupó hasta el año 1933 cuando se produce la separación de una parte de la Iglesia, la que más tarde se constituiría con el nombre de Iglesia Evangélica Pentecostal.

Desarrollo
Después de la separación con la Iglesia Episcopal, los hermanos de Valparaíso se repartieron en catorce hogares, para realizar un total de noventa y seis reuniones por semana. Mientras tanto, en Santiago, el Reverendo Hoover confirmó como Pastor de la Segunda Iglesia a Víctor Pavez Toro y nombró al Pastor Carlos Leighton en la Primera Iglesia. El cargo del Pastor Leighton duró poco tiempo, ya que enfermó de gravedad. En su reemplazo, fue nombrado su secretario, el hermano Manuel Umaña Salinas.




Cada día, la nueva doctrina metodista pentecostal se propagaba con tanta efectividad que, a dos años de su inicio, ya existían congregaciones en localidades tales como: Concepción, Temuco, Talca, Quilpué, Limache, Quillota, Nogales, La Cruz, Calera, Batuco, Talagante, San Francisco de Mostazal, Paine, Teno, San Fernando, Chiguayante, Pitrufquén, Gorbea, San Bernardo, Mulchén y Tal Tal. Incluso, hacia el año 1915 se abría obra en ciudades tan australes como Punta Arenas.

Era el despertar de un movimiento espiritual que no estaba ajeno a los insultos, persecuciones, encarcelamientos e incluso torturas, proveniente de los jerarcas de la religión dominante de la época. Niños, mujeres, y ancianos sufrieron la cruel intolerancia, pero aún así no soltaban la mancera del arado celestial y siguieron extendiendo el evangelio, construyendo templos a lo largo de todo el país.

El primer reconocimiento público a tan ardua labor llegó de don Arturo Alessandri Palma quien, luego de asumir la Presidencia de la República, impulsó en 1925 la promulgación de una nueva Constitución Política que garantizaba la separación de la Iglesia del Estado. Posteriormente, el 30 de septiembre de 1929, la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile obtiene su Personería Jurídica de Derecho Privado por Decreto Supremo 2148.

A diferencia de los otros Ministros, el Pastor Umaña no poseía estudios formales de teología, pero en cambio, Dios lo dotó con una gran capacidad de liderazgo, basado principalmente en los dones de profecía y sanidad, y su trabajo fue exitoso, reflejado en el rápido crecimiento de su rebaño.

En 1933, una parte importante de pastores renuncia a la Corporación en respaldo al Pastor Hoover, asumiendo transitoriamente como Superintendente General, el Pastor Daniel Venegas. Al año siguiente, es nombrado en ese cargo por la Conferencia Anual, el Reverendo Manuel Umaña Salinas quien logró el mayor brillo espiritual a través de los años. El Pastor Umaña había sido nombrado como Pastor Probando en 1912, en 1913 Diácono, y como Presbítero en 1916. Administró con gran éxito la primera Iglesia de Santiago creciendo el número de almas a un ritmo extraordinario. Sus comienzos fueron en un sencillo edificio de la calle Romero, pero años después Dios confirmaba su labor inaugurando el templo definitivo en calle Jotabeche 40 en los terrenos que era ocupado por una caballeriza. En 1944 lidera la lucha contra la denominada ley “Muñoz Cornejo” que pretendía imponer la enseñanza de clases de religión católica en las escuelas. La ley no fue promulgada.

En 1950, es ungido como Obispo de la Iglesia Metodista Pentecostal en la Conferencia Anual en Tomé, constituyéndose así en el primero en detentar dicho grado en el ámbito pentecostal chileno. Durante su administración como Obispo de la Misión, la membresía siguió multiplicándose a más de un centenar de localidades del país, y envía obreros a comenzar una obra similar en Argentina. En 1959, encabeza las celebraciones del cincuentenario de la Iglesia asumiendo un liderazgo espiritual que le permite reunirse con autoridades civiles y evangelistas renombrados, entre ellos, el norteamericano, Dr. Billy Graham.

El 02 de agosto de 1964, fallece nuestro Obispo Fundador Manuel Umaña Salinas.

Al fallecer el Obispo fundador, es confirmado y ungido en las Conferencias de Valparaíso como segundo Obispo de la Iglesia Metodista Pentecostal, el Pastor de la Iglesia de Temuco, Reverendo Mamerto Mancilla Tapia.

El Obispo Mancilla se convirtió a Cristo a los diecisiete años, al ser sanado de una enfermedad incurable. De ahí, en adelante, decidió entregar su vida al Señor en la Iglesia de Temuco participando con la juventud y en todas las actividades de la Iglesia, logrando al poco tiempo la aprobación de su Pastor Luis Pincheira, a quien reemplazó a su muerte en el año 1942.

Este siervo de Dios, durante sus 20 años de obispado, impulsó activamente la marcha de la Iglesia, aumentando el número de Pastores en más de un ciento por ciento, y 58 nuevos templos fueron dedicados a la adoración. Internacionalmente, la Iglesia en Argentina crece considerablemente y se abren filiales en Bolivia, Perú y Estados Unidos.

Impulsa la acción joven a través de JUMEP (Juventud Metodista Pentecostal), refuerza el estudio de la Palabra en las Escuelas Dominicales, dicta conferencias en diversas ciudades, preside el primer Servicio de Acción de Gracias en 1975, organiza los primeros Estudios Bíblicos para pastores y cambia el nombre a la Revista Chile Pentecostal por el de “La Voz Pentecostal” para llegar en mejor forma a la Iglesia extranjera. Durante dos elecciones es reelegido en el cargo de Obispo Presidente, confirmando Dios su buena gestión al comenzar la década de los ochenta con 176 Iglesias en Chile y 40 en el extranjero.

El 08 de agosto de 1988, nuestro amado Obispo Mancilla parte a la presencia del Señor.

Cuando fallece el Obispo Umaña en 1964 queda vacante su lugar como pastor de la Iglesia de Jotabeche, sucediéndole el hermano Oficial Javier Vásquez Valencia, con el respaldo de la hermandad y de la Diaconisa Mercedes Gutiérrez viuda de Umaña.

En 1967, inicia la construcción del Templo Catedral de Santiago. Siete años después, ve cumplida la profecía anunciada varios años antes por el Obispo Umaña que un día la Iglesia tendría tal edificación. Y a partir del año siguiente, comienza a realizarse el tradicional Servicio de Acción de Gracias por nuestra Patria, bendición que más tarde se repetiría en servicios similares en cada punto del país contando en cada caso con la asistencia de las más altas autoridades regionales.

Durante su pastorado, ocupa diferentes cargos ínter eclesiásticos hasta 1985, cuando es elegido en la Conferencia Extraordinaria de Concepción, como Tercer Obispo. A partir de esa fecha impulsa diversas reformas para descentralizar algunas funciones administrativas: Agrupa las Iglesias por sectores dirigido por un Pastor Jefe el cual ejerce autoridad sobre los Pastores Superintendentes; también entrega mayor autonomía a las Iglesias filiales, especialmente a las de Argentina. Crea el Departamento de Relaciones Públicas e inaugura el Edificio Sede para las labores administrativas de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile.

En 1999 participa en la promulgación de la Ley de Culto legado de su visión pastoral no sólo para la Iglesia Metodista Pentecostal sino para toda la Iglesia Evangélica chilena y dos años después, encabeza el cambio de nombre de la calle Bernal del Mercado por el de Obispo Manuel Umaña.

El 25 de julio del 2003, a las 23:15 hrs., duerme en los brazos del Señor nuestro querido Obispo Javier Vásquez Valencia.

Al fallecer el Obispo Vásquez, de acuerdo a los Estatutos, se cita a Conferencia Extraordinaria en la ciudad de Santiago, para elegir las nuevas autoridades. El 25 de septiembre de 2003, es elegido por mayoría el Vicepresidente de nuestra Iglesia, Reverendo Bernardo Cartes Venegas.

El Obispo Cartes nace en la ciudad de Chillán y, al igual que sus antecesores, es de una larga trayectoria al servicio de la Obra del Señor, siendo fiel continuador de los principios y doctrina que forjaron la Iglesia de nuestros antepasados.

La Iglesia Metodista Pentecostal de Chile cumplirá un Siglo de ardua labor evangelizadora. Es reconocida en nuestra sociedad y es heredera de la sana doctrina entregada a nuestros padres espirituales, que confiaron en la promesa del Espíritu Santo que "Chile será para Cristo". Amén.